Nos encontramos en un momento complejo en el cual el sector minero enfrenta desafíos tan críticos como crecientes, tanto a nivel nacional como a escala global. Estos retos van desde la gestión sustentable del agua, los efluentes y los residuos, hasta el intrincado reto de maximizar expectativas de contratación local, la adhesión a estrictos lineamientos anticorrupción y de gobernanza, la inversión en transición energética, el respeto y defensa de los derechos humanos, así como la vital obtención de certificaciones necesarias que den fe de que se está llevando a cabo una gestión responsable en cada uno de estos aspectos mencionados según corresponda. Entonces, ante las exigencias sociales y regulatorias en aumento, ¿cuáles son las prácticas de gestión que permiten a la minería de vanguardia fortalecer su legitimidad, competitividad y eficiencia operacional?
Para responder a esta interrogante, el presente artículo ofrece un análisis de cómo las empresas mineras que actualmente operan en el Perú afrontan y continúan preparándose para afrontar múltiples escenarios integrando lineamientos sostenibles y de innovación sistémica en su “core business”.
Desarrollar capacidades organizacionales dinámicas (Teece, 1997) en el ámbito de la gestión estratégica sostenible en minería es más relevante que nunca si consideramos el abanico de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) actuales. Ocurre que estos últimos tres conceptos abarcan un cúmulo de necesidades, demandas y expectativas manifestadas por parte de inversionistas, gobiernos y la sociedad contemporánea en su conjunto. En simultáneo, los medios de comunicación y redes sociales también ejercen una considerable presión vía un exhaustivo cuestionamiento y escrutinio. Hablamos pues de temas como cambio climático, generación de ecoeficiencias, diversificación de la matriz energética, innovación tecnológica, optimización de procesos y digitalización de operaciones, uso responsable del agua, cumplimiento regulatorio/normativo internacional, capacitación y bienestar del colaborador, licencia social para operar, reputación y transparencia, potenciación de compras y desarrollo de cadenas de valor locales, escucha activa y relacionamiento con la comunidad (especialmente en las zonas de influencia directa), entre otros puntos. Claramente, estos son solo algunos de los aspectos materiales cruciales para el sector, los cuales deben abordarse de manera analítica, ponderada y sólidamente fundamentada a fin de alcanzar una minería legítima, competitiva y operativa.
Legitimidad, competitividad y operabilidad: la triada dorada en minería
Para manejar eficazmente los desafíos en el contexto corporativo, especialmente en el sector minero peruano se requiere un enfoque proactivo. Esta óptica debe ir acompañada de la utilización de datos para la identificación de tendencias, la construcción de escenarios, el mapeo de grupos de interés, aplicación de pensamiento sistémico (System Thinking), la comunicación transparente con todos los stakeholders enmarcada en una gestión basada en indicadores clave y evidencias. Y es que adaptarse a los entornos cambiantes contemporáneos para posicionarse como referente de sostenibilidad se logra únicamente a través de la innovación e implementación de directrices sostenibles concretas y medibles.
Para estos efectos, procedemos a profundizar en los conceptos fundamentales de gestión como son la legitimidad, la competitividad y la operatividad en minería.
El Cooper Mark es un estándar global que certifica la producción responsable de cobre y la contribución del sector minero a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Este estándar garantiza que las operaciones mineras cumplan con criterios rigurosos en términos de sostenibilidad ambiental, social y económica.
Operatividad
La operatividad en el contexto minero peruano se centra en la capacidad de las empresas para mantener y mejorar continuamente sus operaciones de manera eficiente y sostenible. Esto incluye la optimización de los procesos de extracción, la gestión efectiva de los impactos ambientales y sociales, el cumplimiento de las regulaciones y normativas, y la implementación de prácticas laborales justas y seguras. La operatividad eficaz requiere de una planificación y gestión proactivas, basadas en datos y evidencias, para anticipar y mitigar posibles desafíos operacionales, ambientales y sociales. Una operatividad exitosa asegura la viabilidad a largo plazo de las operaciones mineras, contribuyendo al desarrollo sostenible de la industria y la sociedad. En otras palabras, la operatividad es la capacidad de una organización de mantener funcionando independientemente de cualquier contingencia interna o externa que la esté afectando directa o indirectamente.
Legitimidad
En el contexto corporativo minero peruano, la legitimidad se refiere a la percepción de los stakeholders de que las acciones de una empresa minera son deseables, apropiadas o adecuadas dentro de algún sistema socialmente construido de normas, valores, creencias y definiciones. No confundir con reputación. Es decir, mientras que la legitimidad se refiere a la percepción de que las acciones de una organización son adecuadas dentro de un marco de normas y valores socialmente aceptados (siendo crucial para su aceptación y operación continua), la reputación es la opinión general o estima que se tiene de una organización, construida a través de experiencias pasadas y el cumplimiento continuo de expectativas. Dicho de otra forma, una buena reputación, sostenida en el tiempo, forja una sólida legitimidad.
No obstante, para alcanzar la legitimidad, las empresas mineras deben ir más allá del cumplimiento de las leyes y regulaciones locales e internacionales, pero, además, con los estándares éticos y de sostenibilidad. Esto implica una gestión ambiental responsable, el respeto a los derechos de las comunidades locales y el compromiso con la transparencia y la buena gobernanza. La legitimidad es fundamental para garantizar el acceso a los recursos, la continuidad operativa y la construcción de relaciones de confianza con los stakeholders.
Competitividad
La competitividad en el sector minero peruano se refiere a la capacidad de una empresa para desarrollar, producir y comercializar minerales de manera eficiente, sostenible y rentable en comparación con otras empresas del sector. Esto implica gestión eficaz de los recursos y procesos internos apalancados por una visión impulsada por la innovación constante en, por ejemplo, tecnologías de extracción y tratamiento, optimización de la cadena de suministro, adaptabilidad a los cambios en los mercados globales de minerales y/o la implementación de prácticas de sostenibilidad. Por consiguiente, las empresas mineras que logran una alta competitividad pueden mejorar su posición en el mercado, acceder a nuevos mercados de mayor dimensión y generar mejores retornos para sus inversionistas.
Tanto la operatividad como la legitimidad y la competitividad son el resultado de las empresas que buscan adaptarse en entornos volátiles y complejos. Sin embargo, la adaptación es derivada, en muchos casos, de la adopción de altos estándares y destacadas prácticas internacionales.
Hacia estándares de minería responsable: The Cooper Mark, IRMA y GRI 14
La adopción de estándares de minería responsable como el Cooper Mark, IRMA y el Estándar GRI 14 refleja un avance significativo hacia una mayor transparencia y responsabilidad en la industria minera. Estos estándares permiten a las empresas mineras informar de manera integral sobre sus impactos y contribuyen a fortalecer la confianza de las partes interesadas en la industria minera.
IRMA
La Iniciativa para la Garantía de Minería Responsable (IRMA por sus siglas en inglés) es un estándar integral para evaluar prácticas mineras en aspectos técnicos, ambientales, sociales y de gobernanza. Este marco establece criterios rigurosos que incluyen la gestión de residuos, la biodiversidad, las emisiones de gases de efecto invernadero, los derechos de las comunidades locales y la transparencia en la cadena de suministro. Al adherirse a estos estándares, las operaciones mineras pueden mitigar impactos negativos y mejorar su aceptación social. Los beneficios incluyen la reducción de conflictos, acceso a nuevos mercados y cumplimiento de regulaciones globales, fortaleciendo la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa en el sector minero.
The Copper Mark
El Cooper Mark es un estándar global que certifica la producción responsable de cobre y la contribución del sector minero a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Este estándar garantiza que las operaciones mineras cumplan con criterios rigurosos en términos de sostenibilidad ambiental, social y económica.
Es importante destacar el avance hacia la sostenibilidad en la industria minera peruana, utilizando el estándar Cooper Mark como un ejemplo destacado. Este estándar, que certifica la producción responsable de cobre y la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, ha sido adoptado por varias operaciones mineras en el país.
Por ejemplo, Sociedad Minera Cerro Verde, Compañía Minera Condestable -y más recientemente- Marcobre, han sido reconocidas con el Cooper Mark por sus prácticas responsables. Además, otras operaciones mineras peruanas se encuentran actualmente en proceso de implementación de este estándar. Al adoptar estándares como el Cooper Mark, las empresas mineras peruanas demuestran su compromiso con la responsabilidad social y ambiental y se aseguran de mantener la confianza de los inversionistas y la comunidad en general. En consecuencia, la implementación del Cooper Mark en el contexto peruano destaca el progreso hacia una minería más responsable y sostenible en el país, lo beneficia tanto a las empresas mineras como a las comunidades locales y al medioambiente.
GRI 14
El lanzamiento del Estándar GRI 14: Sector Minero 2024, profundiza en los impactos del sector minero y refleja las amplias demandas de transparencia de las partes interesadas. Este nuevo estándar permite a cualquier empresa minera utilizar un conjunto común de métricas para informar sus impactos. Asimismo, aborda de manera integral los impactos de sostenibilidad del sector minero. En su concepción y diseño, fue desarrollado con un enfoque sólido de múltiples partes interesadas ya que se centra en los impactos significativos del sector minero y aborda temas críticos como emisiones, derechos humanos, cambio climático y participación comunitaria. Adicionalmente, el GRI 14 incorpora expectativas de guías de minería responsable y estándares relevantes para el sector, lo que garantiza que los informes sean sólidos y comparables.
La operatividad en el contexto minero peruano se centra en la capacidad de las empresas para mantener y mejorar continuamente sus operaciones de manera eficiente y sostenible. Esto incluye la optimización de los procesos de extracción, la gestión efectiva de los impactos ambientales y sociales, el cumplimiento de las regulaciones y normativas, y la implementación de prácticas laborales justas y seguras.
Avanzando hacia un escenario global con minería responsable
Cuatro asociaciones mineras líderes están desarrollando un código de minería responsable para establecer un estándar global mínimo. Este código busca simplificar prácticas y mejorar la transparencia, en respuesta a demandas de inversores y para definir prácticas éticas. La Comisión Global de Inversores en Minería 2030 respalda este esfuerzo. Aunque la industria minera es crucial para la transición energética, su historial de explotación y contaminación requiere mejoras. Se espera una consulta pública sobre el borrador del estándar para garantizar su cumplimiento con las expectativas de todas las partes interesadas.
La Comisión Global de Inversores en Minería 2030, liderada por inversores comprometidos con un sector minero más responsable social y ambientalmente, respalda este esfuerzo. La iniciativa cuenta con el apoyo de inversionistas con más de 11 billones de dólares en activos bajo gestión, incluidos grandes gestores de activos como LGIM y Abrdn.
Aunque el trabajo en el nuevo estándar continúa, se espera que una consulta pública sobre el borrador del estándar garantice su cumplimiento con las expectativas y necesidades de todas las partes interesadas. Esta iniciativa representa un paso importante hacia una minería más responsable y transparente a nivel mundial.
Perspectivas a futuro
La gestión estratégica sostenible de la minería es esencial para asegurar la viabilidad a largo plazo del sector y para contribuir positivamente al desarrollo sostenible en todo el mundo. Al enfrentar los desafíos con innovación y colaboración (como el hub de innovación minera del Perú), las empresas mineras pueden desempeñar un papel clave en la transición hacia una economía más limpia y resiliente, al tiempo que generan valor para todos los grupos de interés involucrados.
Sin duda, el camino hacia una minería más sostenible puede ser desafiante, pero también está lleno de oportunidades para aquellos dispuestos a liderar el cambio y abrazar prácticas empresariales responsables. Y es que, con un enfoque estratégico y una voluntad de adaptarse a un mundo en constante evolución, la industria minera nacional puede convertirse en un agente agregado de progreso y desarrollo sostenible en el siglo XXI.